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Paisaje de otoño al anochecer (1885) de Vincent van Gogh |
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
13 dic 2023
Como llenarte soledad sino contigo misma
6 dic 2023
Presencias
Llega el primer frío
de diciembre—ni un
Solo grillo
First December cold
wave—not even
One cricket
(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 16-17).
de diciembre—ni un
Solo grillo
First December cold
wave—not even
One cricket
(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 16-17).
30 nov 2023
Carta de noviembre
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La ciudad soñada (2017), de Li-Shu Chen |
Amor, el mundo
cambia de pronto, cambia de color. La luz de la farola
segmenta en dos las vainas del laburno,
esas colas de rata, a las nueve de la mañana.
Y este pequeño círculo
negro es el Ártico,
con sus hierbas sedosas y leonadas, como pelusa de bebé.
El verde está en el aire,
mullido y delicioso.
Me recoge amorosamente.
27 nov 2023
19 nov 2023
Todo en la vida es negociable
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La arquera, de Max Nonnenbruch |
(LANDERO, Luis. La vida negociable. Barcelona: Tusquets, 2017, p. 285).
17 nov 2023
10 nov 2023
El ginkgo
También dicen que el ginkgo es el mejor remedio para la mala memoria. Eso sí que está probado. Cuando la bomba atómica convirtió la ciudad de Hiroshima en un desierto de negrura, un viejo ginkgo cayó fulminad cerca del centro de la explosión. El árbol quedó tan calcinado como el templo budista que el árbol protegía. Tres años después, alguien descubrió que una lucecita verde asomaba en el carbón. El tronco muerto había dado un brote. El árbol renació, abrió sus brazos, floreció.
Ese sobreviviente de la matanza sigue estando ahí.
Para que se sepa».
(GALEANO, Eduardo. Bocas del tiempo. Madrid: Siglo XXI de España, 2004, p. 99).
2 nov 2023
Camposanto en la serranía
30 oct 2023
24 oct 2023
La biblioteca: gran viaje
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Mercurio y Argos (1659), de Diego Velázquez |
«“La Tierra”, proclamó Alejandro en uno de los primeros decretos que promulgó, “la considero mía”. Reunir todos los libros existentes es otra forma –simbólica, mental, pacífica– de poseer el mundo.
La pasión del coleccionista de libros se parece a la del viajero. Toda biblioteca es un viaje; todo libro es un pasaporte sin caducidad. Alejandro recorrió las rutas de África y de Asia sin separarse de su ejemplar de la Ilíada, al que acudía, según dicen los historiadores, en busca de consejo y para alimentar su afán de trascendencia. La lectura, como una brújula, le abría los caminos de lo desconocido».
(VALLEJO, Irene. El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo. 11ª ed. Madrid: Siruela, 2020, p. 40).