Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
2 oct 2016
28 sept 2016
La pequeña muerte
Cupido, Venus y las pasiones del amor, de Agnolo Bronzino
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«No
nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de
su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos,
voces del dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de
raro, porque nacer es un alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en
Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos
nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero
grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace».
(GALEANO, Eduardo. Mujeres. Madrid: Alianza Editorial, 1995, p. 20).
21 sept 2016
Una libertad llamada lectura
«Leer, ha dicho Jean-Paul Sartre, es
soñar libremente. Con frecuencia tendemos a ver en primer lugar el sueño
fabricado más que el acto creador. Sin embargo, la lectura intensiva es
justamente eso: la exploración de nuestra libertad creadora. ¿Sabemos qué hacer
con esa libertad?».
(BOLLMANN, Stefan. Las mujeres, que leen, son peligrosas. 5ª
ed. Madrid: Maeva, 2007, p. 37).
16 sept 2016
8 sept 2016
Siempre es hoy
Cascada
Bruarfoss (Islandia)
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Todo está lejos, no hay regreso, los muertos no
están muertos,
los vivos no están vivos,
hay un muro, un ojo que es un pozo, todo tira
hacia abajo, pesa el cuerpo,
pesan los pensamientos, todos los años son este
minuto desplomándose interminablemente
aquel cuerto de hotel de San Francisco me salió al
paso en Bangkok, hoy es ayer, mañana es ayer,
la realidad es una escalera que no sube ni baja, no
nos movemos, hoy es hoy, siempre es hoy,
1 sept 2016
25 ago 2016
Algunos días de agosto
Impresión, sol naciente (1873), de Claude Monet
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No tardará en llegar a su fin
este agosto que te ha visto pasar con la
luz
a tus pies. Somos eternos, decías.
Yo pensaba sólo en la condena
del alma al faltarle el alimento
que le traías. Ahora la ciudad vive
del peso inconmensurablemente muerto
de los días sin tu presencia. Dejo
que la mano corra sobre el papel
intentando
captar el eco de una palabra,
una señal de quien en un lugar cualquiera
resplandece, y confía al viento el
secreto
de nuestra tan precaria eternidad.
(ANDRADE, Eugénio de. Los surcos de la sed. Madrid: Calambur, 2001, p. 77).
18 ago 2016
El tiempo
Echo y Narciso (1903), de John William
Waterhouse
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«Pero el tiempo es continuidad,
herencia, consecuencia. Pasa sin pasar enteramente, pasa transformándose. El
tiempo no tiene una estructura simple, de una sola dimensión, diríamos. Pasa y
queda. Al pasar se hace pasado, no desaparece. Si desapareciese totalmente no
tendríamos historia.