Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
24 oct 2014
19 oct 2014
15 oct 2014
4 oct 2014
La caída imaginaria
«Si se hiciera el doble inventario de las metáforas de
la caída y de las metáforas de la ascensión, nos sorprendería el número mucho
mayor de las primeras. Incluso sin referencia a la vida moral, parece que las
metáforas de la caída tienen un realismo psicológico innegable. Desarrollan
todas una impresión psíquica que deja, en nuestro inconsciente, huellas
imborrables: el miedo a caer es un miedo primitivo. Se le encuentra de
nuevo como un componente de miedos muy variados.
28 sept 2014
22 sept 2014
18 sept 2014
La arboleda perdida
Drawing hands (1948), de M.C. Escher
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«¡Qué
lentitud la mía! Tanto o más que un poema me cuesta una simple página en prosa.
Todo me sale demasiado rítmico. Batallo porque no sea así. Corrijo, deformo una
frase para que no haga verso. La leo lentamente. Y entonces no me gusta. ¿Qué
hacer? Seguiré esta Arboleda como hasta ahora. Me perdono el delito de perderme
en sus ramas, dejando el mismo soplo musical, métrico, saltarín, que las viene
moviendo desde el primer capítulo».
(ALBERTI, Rafael. La arboleda perdida: libros I y II de memorias. 1ª ed., 6ª reimp. Barcelona: Seix Barral,
1981, p. 195).
11 sept 2014
The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore
Óscar al mejor corto de animación en 2012, es una oda a los libros, la lectura y con una biblioteca fantástica
como escenario.
3 sept 2014
La actitud del que se marcha
Miranda (1875), de John William Waterhouse |
Porque cuando el héroe pasó, como la tempestad, sin
detenerse en los rellanos
del amor,
cada uno lo elevaba, cada latido de un corazón que palpitó por él;
cada uno lo elevaba, cada latido de un corazón que palpitó por él;
pero, vuelto de espaldas, al fin de las sonrisas se
erguía –y era otro.
Denn hinstürmte
der Held durch Augenthalte der Liebe,
jeder hob ihn
hinaus, jeder ihn meinende Herzschlag, abgewendet schon,
stand er am Ende der Lächeln, –anders.
(RILKE, Rainer Maria. Elegías de Duino. 2ª ed. Madrid: Hiperión, 2005, p. 70-71).
28 ago 2014
El león y la zorra
Fratellini (1927), de Joan Miró
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«Deseando el león matar diversos animales
para alimentarse de su carne se fingió enfermo, y con este engaño entraban
muchos en su cueva y los devoraba. Llegó asimismo la zorra, pero temiendo al
león, le dijo desde fuera que sentía mucho su enfermedad.
-
¿Por qué no entras? –le preguntó el león–. Desconfías acaso de mí, cuando estoy
tan débil que apenas puedo menearme? No temas, pues, entra sin recelo.
-
No lo haré seguramente –respondió la astuta zorra–, porque veo huellas de los
que han entrado, pero no las veo de que hayan salido».
No
debemos fiar ciegamente en lo que nos dicen; ni creer todas las palabras, según
quien sea el que las pronuncie.
(ESOPO.
Fábulas. [San Salvador?: s.n., s.a., p. 25-26).