«En la última tienda Elisabeth compró con
sus kreuzer algunas velitas, una larga cadena de oropel de colores,
cerillas y un enorme corazón de pan de especias. Cargada con esos tesoros
siguió corriendo al bosque donde sólo se cruzó con algunas personas que
buscaban ramas secas al lado del camino y parecían malhumoradas y ateridas, y
no se fijaron en la niña. Hay un lugar en el bosque, donde el
atardecer, que esconde su oro, temeroso como un avaro detrás de la próxima
montaña, permanece vacilante como si no pudiese separarse de la hermosa tierra.
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
23 ene 2013
20 ene 2013
¿Qué quiere el viento de enero?
Boreas (1903), de John William
Waterhouse
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¿Qué quiere el viento de enero
que baja por el barranco
y violenta las ventanas
mientras te visto de abrazos?
Derribarnos. Arrastrarnos.
Derribadas, arrastradas
las dos sangres se alejaron
¿Qué sangre queriendo el viento
cada vez más enconado?
Separarnos.
(HERNÁNDEZ, Miguel. Poemas. Barcelona:
Plaza&Janes, 1975, p. 79).
18 ene 2013
15 ene 2013
Una esencia de ti: la cultura
De dónde venimos? Qué somos? A dónde
vamos? (1899), de Paul Gauguin |
«El hombre posee el privilegio de
tener antepasados; somos hijos siempre de alguien, herederos y descendientes.
Mas cuando se pertenece a un mundo tan completo como el de la cultura
occidental los antepasados son múltiples; tenemos diversas tradiciones detrás
de nosotros, no una sola. De ahí el olvido y también los sucesivos
renacimientos.
Y es que tener cultura, estar en
una cultura, es tener detrás de la vida individual de cada uno un tesoro a
veces anónimo, a veces con nombre y figura. Es poder recordar, rememorar. Poder
también, en un trance difícil, aclarar en su espejo nuestra angustia e
incertidumbre».
(ZAMBRANO,
María. Séneca. 3ª ed. Madrid:
Siruela, 2008, p. 21).
13 ene 2013
10 ene 2013
Ventana sobre una mujer
La lectora de novelas (1853), de Antoine Wiertz
|
En sus rincones, guarda voces y esconde
fantasmas.
En las noches de invierno, humea.
Quien en ella entra, dicen, nunca más sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea. En
esa casa seré habitado. En ella me espera el vino que me beberá. Muy suavemente
golpeo a la puerta, y espero».
(GALEANO, Eduardo. Mujeres. Madrid: Alianza Editorial, 1995, p. 17).
6 ene 2013
Proverbios y Cantares XXIX
Panorámica desde una ventana de carromato (c. a. 1901), de František Kupka |
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
(MACHADO, Antonio. Campos
de Castilla. Madrid: Cátedra, 1987, p. 146).
1 ene 2013
Cuatro acciones
No digas todo lo que sabes,
No hagas todo lo que puedes,
No creas todo lo que oyes,
No gastes todo lo que tienes.
Porque:
el que dice todo lo que sabe,
el que hace todo lo que puede,
el que cree todo lo que oye,
el que gasta todo lo que tiene;
Muchas veces:
dice lo que no conviene,
hace lo que no debe,
juzga lo que no ve,
gasta lo que no tiene.
Proverbio árabe
29 dic 2012
De la dulce y fiel amistad
«No
hay cosa que tanto deleite el ánimo como la dulce y fiel amistad, siendo gran
bien estar dispuestos los pechos para que con seguridad se deposite cualquier
secreto en aquél cuya conciencia temas menos que la tuya, cuya conversación
mitigue tus cuidados, cuyo parecer aclare tus dudas, cuya alegría destierre tu
tristeza, y finalmente, cuya presencia deleite tu vista».
(SÉNECA, Lucio Anneo. Tratados filosóficos; Cartas. 8ª
ed. México: Porrúa, 2003, p. 175-176).
27 dic 2012
Nieve al viento
Trilogía del verde y del agua, de Li-Shu Chen
|
Copos
de nieve al viento,
caen desde su ahora,
caen desde su aquí.
Cuando
no hay ayer, cuando
hoy es
olvido,
no hay
con qué imaginar mañanas:
hay sólo lo que siempre
hay,
hay
este estar naciendo.
(MUJICA, Hugo. Y siempre después
del viento. Madrid: Visor, 2011, p. 35).