30 sept 2024

El espíritu del otoño

Puente bajo la lluvia (1887),
de Vincent van Gogh
Tendré que hablar del espíritu del otoño
ahora que septiembre
ha llegado a su fin. (Espíritu
es palabra sospechosa: no hay
hipócrita que no se abrigue
a su sombra). ¿Será
la embriaguez? ¿El viento matinal
arrastrando hojas
muchachas canciones?
¿El soplo frío de las estrellas?
¿Será la belleza,
el espíritu del otoño? Hay un límite
para el hombre, un límite
para soportar el peso del mundo.
De la belleza, de la bárbara
orgullosa belleza, ¿quién sabe defenderse
sin miedo de que le reviente el corazón?

13 sept 2024

El otoño se acerca

Septiembre en Cuenca, de Li-Shu Chen
El otoño se acerca con muy poco ruido
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.



(GONZÁLEZ, Ángel. El otoño y otras luces. Barcelona: Tusquets, 2001, p. 11).

8 sept 2024

El viento en la cara del peregrino

Atardecer (1888), de Edvard Munch
«Edda Armas me habló, en Caracas, del bisabuelo. De lo poco que se sabía, porque la historia empezaba cuando él ya andaba cerca de los setenta años y vivía en un pueblito bien adentro de la comarca de Clarines. Además de viejo, pobre y enclenque, el bisabuelo era ciego. Y se casó, no se sabe cómo, con una muchacha de dieciséis.

Dos por tres se le escapaba. No ella: él. Se le escapaba y se iba hasta el camino. Ahí se agazapaba entre los árboles y esperaba un ruido de cascos o de ruedas. El ciego salía al cruce y pedía que lo llevaran a cualquier parte.

2 sept 2024

Al recogerme

Ventanas de noche (1928), de Edward Hopper
Cuando empieza –en la noche–
a desnudarse el alma,
a recogerse en sí mientras se cierran
los ojos, y con ellos
la ensoñación del tiempo y el espacio,
helo aquí que no fuimos
ni vinimos, que el día de mañana
vendrá para dejarnos, al pasar,
de nuevo en ningún sitio,
hela aquí
la quietud
resplandeciendo.



(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 76).