Sueño, de Li-Shu
Chen |
«El Boulevard de la Mer ya estaba iluminado. Era mucho
más tarde que de costumbre, una hora al menos. El niño cantó una última vez la
sonatina, luego se cansó de ella. Las calles estaban casi desiertas. La gente
cenaba ya. Cuando, después del último muelle, el Boulevard de la Mer se perfiló
en toda su longitud habitual, Anne Desbaresdes se detuvo.
–Estoy demasiada cansada –dijo.
–Pero tengo hambre –lloriqueó el niño.