28 abr 2018

El aire y el viento


Campo con amapolas  (1890),  de Vincent van Gogh
   «Por los caminos voy, como el burrito de San Fernando, un poquito a pie y otro poquito andando.
   A veces me reconozco en los demás. Me reconozco en los que quedarán, en los amigos abrigos, locos lindos de la justicia y bichos voladores de la belleza y demás vagos y mal entretenidos que andan por ahí y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas de la mar. Entonces, cuando me reconozco en ellos, yo soy aire aprendiendo a saberme continuado en el viento.
   Me parece que fue Vallejo, César Vallejo, quien dijo que a veces el viento cambia de aire.
   Cuando yo ya no esté, el viento estará, seguirá estando».


(GALEANO, Eduardo.  El libro de los abrazos. 34ª reimp. Madrid: Siglo XXI de España, 2015, p. 257).

23 abr 2018

La luz del libro


La lectora (2),  de Jean Jacques Henner
«Un libro es, esencialmente, no una cosa hablada, sino una cosa escrita; y escrita, no con el propósito de mera comunicación, sino de permanencia. El libro de conversación se imprime sólo porque su autor no puede hablar a miles de personas a la vez; si pudiera hacerlo, lo haría: el volumen es una mera multiplicación de su voz. No podemos hablar con nuestro amigo de la India; si pudiéramos, lo haríamos; en lugar de ello, escribimos: esto es mero vehículo de la voz. Pero un libro se escribe, no para multiplicar la voz meramente, ni para transportarla, sino para perpetuarla. El autor tiene algo que decir, que ve que es útil y verdadero, o bellamente útil. Hasta donde llegan sus noticias, sabe que nadie lo ha dicho aún; hasta donde alcanzan sus conocimientos, sabe que nadie puede decirlo.

16 abr 2018

Como los erizos


Los amantes  (1928), de René Magritte
«Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
   ¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis [...]».


(CERNUDA, Luis. La realidad y el deseo. Madrid: Castalia, 1982, p. 167).

9 abr 2018

Lluvia


Belleza abstracta (8),  de Li-Shu Chen
Todo el día la lluvia ha ocultado
tu rostro
Cerraba los ojos para verte.
Frente a mí un cielo de abril
traído por tu risa
menuda o por el trigo grano a grano.
Sólo con los ojos cerrados veo
la ciudad
donde te pierdo con los ojos abiertos.
Así me duermo  -la lluvia
encendida en lugar de tu rostro.


(ANDRADE, Eugénio de. Los surcos de la sed. Madrid: Calambur, 2001, p. 55).

2 abr 2018

La verdadera riqueza


Samarkanda, Uzbekistan
«No ha de extrañar que en sus expediciones Alejandro Magno llevara con él en un precioso cofre La Iliada. Una palabra escrita es la más selecta de las reliquias. Es algo a la vez más íntimo y universal para nosotros que cualquier otra obra de arte, pues es, entre ellas, la más próxima a la vida misma. Puede ser traducida a todos los labios humanos; no sólo puede ser representada sobre una tela, sino moldeada en el aliento mismo de la vida. [...] Los libros son la riqueza que atesora el mundo y adecuada herencia de pueblos y generaciones».


(THOREAU, Henry David. Walden o la vida en los bosques. Barcelona: Juventud, 2010, p. 133).