21 mar 2019

Decir: hacer

Poesía  (1879)de Lawrence Alma-Tadema
Entre lo que veo y digo,
entre lo que digo y callo,
entre lo que callo y sueño,
entre lo que sueño y olvido,
la poesía.
            Se desliza
entre el sí y el no:
            dice
lo que callo,
            calla
lo que digo,
            sueña
lo que olvido.
            No es un decir:
es un hacer.
            Es un hacer
que es un decir.
            La poesía
se dice y se oye:
            es real.
Y apenas digo
            es real,
se disipa.
            ¿Así es más real?


(PAZ, Octavio. Árbol adentro. 2ª ed. Barcelona: Seix Barral, 1990, p. 11-12).

15 mar 2019

Moderato cantabile

Cantante melancólicode Joan Miró
«–¿Quieres leer lo que hay escrito arriba en tu partitura? –preguntó la profesora.
 –Moderato cantabile –dijo el niño.
La profesora subrayó la respuesta golpeando el teclado con el lápiz. El niño siguió inmóvil, la cabeza girada hacia su partitura.
–¿Y qué quiere decir moderato cantabile?
–No lo sé.
Una mujer, sentada a tres metros de allí, suspiró.
–¿Estás seguro de no saber qué quiere decir moderato cantabile? –insistió la profesora.
El niño no respondió. La profesora dio un grito ahogado de impotencia, golpeando de nuevo el teclado con el lápiz. Ni una pestaña del niño se movió. La profesora se giró.

1 mar 2019

Amor

Amor (1851), de William-Adolphe Bouguereau
Mi manera de amarte es sencilla:

te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.

Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.

Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.


(GAMONEDA, Antonio. Blues castellano. Barcelona: Plaza & Janés, 1999, p. 50).

22 feb 2019

Vida de estudiante

Trigonometrías,  de Li-Shu Chen

   «En una habitación de estudiante de la orilla izquierda del Sena, un hombre joven se está vistiendo para ir al baile de la Ópera. Este cuarto de techos bajos, amueblado con restos de subastas, tan limpio como puede estarlo un cuarto alquilado por meses cuando la patrona es una persona de edad secundada por una criada perezosa, constituye por sí mismo un lugar común y requiere ser descrito en términos lo más triviales posible. Encima de la chimenea, en la que se consumen unas débiles brasas, una Coronación de Carlos X de márgenes chamuscados demuestra que la hospedera es legitimista. Encima de la mesa donde se amontonan los libros de derecho del joven Michel-Charles, hay una tablilla con algunos otros libros más queridos por él: poetas latinos, el Lamartine de las Meditaciones, Hugo, desde las Orientales hasta los Cantos del Crepúsculo, pero también Auguste Barbier y Casimir Delavigne, al lado de un ejemplar muy usado de las Canciones de Beránger.

14 feb 2019

Otra ventana sobre la palabra

«La A tiene las piernas abiertas.
La M es un subibaja que va y viene entre el cielo y el infierno.
La O, círculo cerrado, te asfixia.
La R está notoriamente embarazada.
Todas las letras de la palabra AMOR son peligrosas –comprueba Romy.
Cuando las palabras salen de la boca, ellas la ve dibujadas en el aire».


(GALEANO, Eduardo.  Mujeres. Madrid: Alianza Editorial, 1995, p. 18).

3 feb 2019

Recuerdos de una carta

Mujer sentada (1960)de Joan Miró
   «Él dejó caer la carta, las manos le temblaban. Entonces empezó a cavilar durante un buen rato. Recordaba vagamente a una niña vecina suya, a una joven mujer que había encontrado en un local nocturno, pero era un recuerdo poco preciso y desdibujado, como una piedra que tiembla en el fondo del agua que corre y cuya forma no acaba de distinguirse. Eran sombras que brotaban abundantemente, que iban y venían, pero no fue capaz de hacerse una imagen concreta. Recordaba ciertos sentimientos y, aun así, no conseguía reconstruir todo aquello. Era como si todas esas figuras hubiesen aparecido en un sueño, como si las hubiera soñado a menudo y profundamente, pero sólo como si las hubiese soñado.