26 feb 2020

Brindis peregrino

Idas y venidas  (1887), de Paul Gauguin
Aquí venga el caminante,
al aire de su destino.
Detenga el paso un instante,
que para andar el camino
tiene tiempo por delante.
  


(CRÉMER, Victoriano. La escondida senda. Valladolid: Consejería de Cultura y Turismo, 1993, p. 109).

19 feb 2020

Mensaje de Kafka

Prosa  (1879)de Lawrence Alma-Tadema
«A los veinte años, Kafka escribía en una carta: Si el libro que leemos no nos despierta como un puño que nos golpeara en el cráneo, ¿para qué lo leemos? ¿Para que nos haga felices? Dios mío, también seríamos felices si no tuviéramos libros, y podríamos, si fuera necesario, escribir nosotros mismos, los libros que nos hagan felices. Pero lo que debemos temer son esos libros que se precipitan sobre nosotros como la mala suerte y que nos perturban profundamente, como la muerte de alguien a quien amamos más que a nosotros mismos, como el suicidio. Un libro debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro. Los estudiantes de literatura inglesa, de cualquier literatura, deben preguntarle a quien les enseña, y deben preguntarse a sí mismos, si saben, y no sólo de carrerilla, lo que Kafka quería decir». 

(STEINER, George. Lenguaje y silencio. 2ª ed. Madrid: Gedisa, 2000, p. 93).

10 feb 2020

Gloria, fortuna o ambición


Cupido (1905),  de Edvard Munch
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube de luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo, que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería al fin aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.