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13 abr 2024

Modalidades de besos

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

 

Gabriela Mistral

27 mar 2014

Unas pocas palabras...

En el tepidario (1881)de Lawrence Alma-Tadema
Unas pocas palabras
en tu oído diría. Poca es la fe de un hombre incierto.
Vivir mucho es oscuro, y de pronto saber no es conocerse.
Pero aún así diría. Pues mis ojos repiten lo que copian:
tu belleza, tu nombre, el son del río, el bosque,
el alma a solas.

17 may 2012

La distancia más corta


Diferenciade Joan Miró
   «La distancia más corta entre dos personas no es la línea recta, es la línea curva de los labios que se besan. El beso une, reúne y unifica. Más que el coito, más que el abrazo, más que la palabra. El beso se da y se recibe al tiempo, se comparte y coprotagoniza. Se puede violar a alguien, pero no se puede besar a alguien que no participe. Los seres humanos sabemos mentir y engañar, pero no se puede besar y mentir al tiempo. Se nota enseguida».

(GÁNDARA MÁRTIN, Jesús de la. El planeta de los besos. 2ª ed. Barcelona: Euromedice, 2008,  p. 183).

17 abr 2012

Todo está en los libros... y en los besos


El beso (1891)de Lawrence Alma-Tadema
   «Para la especie humana los labios, la boca y la nariz son muy importantes, y en consonancia tienen una parte muy grande del cerebro ocupándose de ellos. No en vano por los labios entra y se va la vida. Por ellos pasan las canciones de cuna y las mentiras, el beso apasionado y las tiernas caricias. Besar es mucho más que tocar con los labios, más que un instinto básico; es un comportamiento natural muy cultivado, que integra genética y aprendizaje, crianza y erótica, biología y cinematografía. Parafraseando el famoso “todo está en los libros”, podríamos asegurar que “todo está en los besos”».


(GÁNDARA MÁRTIN, Jesús de la. El planeta de los besos. 2ª ed. Barcelona: Euromedice, 2008, p. 23).

7 ene 2012

En el principio fue el beso

El beso (1807-08),  de Gustav Klimt
«La poesía y el beso son parientes íntimos. Desde Salomón a Machado no hay más que una larga sucesión de besos y fonemas, revelaciones sonoras de la intimidad humana en la que la verdad y la belleza se aúnan para comunicarnos, para hacer existente lo inefable, para dar y solicitar vida y temblor. Escuchar un poema bellísimo es como recibir un beso en el cuello, en el lóbulo de la oreja, y sentir ese temblor que te llega a lo más íntimo. Los besos y los versos vienen de los labios».


(GÁNDARA MÁRTIN, Jesús de la. El planeta de los besos. 2ª ed. Barcelona: Euromedice, 2008, p. 7).