¿Y quién eres
tú?, le dije al aguacero que caía suavemente,
Y, cosa
extraña, me dio la respuesta que así traduzco:
Soy el Poema
de la Tierra, dijo la voz de la lluvia,
Eternamente me
elevo impalpable desde la tierra y desde el
Hacia el
cielo, de donde, formada vagamente, cambiada del
todo y, no
obstante, la misma,
Desciendo a
bañar las sequías, átomos, acumulaciones de
polvo del
globo,
Y siempre, de
día y de noche, devuelvo la vida a mi propio
origen y lo
purifico y lo hermoseo
(Porque la
canción, brotando del lugar de su nacimiento, ya
cumplida,
errante,
Atendida o
desdeñada, vuelve a su tiempo con el amor).
(WHITMAN,
Walt. Hojas de hierba. Barcelona: Tesys,1986, p. 673).
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