3 oct 2013

Bajo este cielo desleído

   «No sé que suerte de inclemencia está cayendo a plomo sobre el paisaje. La carretera, con trazas y mañas de río, simula apacibles aguas cristalinas y se aleja bajo la llovizna. El esplendor de la hierba todavía no es más que una promesa bajo el cielo de mármol uniforme, sin mácula, sin una grieta de luz. Más allá de semejante atmósfera atribulada se esconden auroras radiantes y rosadas nubes de algodón.

28 sept 2013

¿De dónde se es?

Staroměstské náměstí v Praze - 
Plaza de la Ciudad Vieja de Praga


«No se es de un lugar porque en él se haya nacido, sino porque en él se haya prendida la mirada».


(ZAMBRANO, María. Algunos lugares de la pintura. Madrid: Espasa-Calpe, 1989, p. 259).

25 sept 2013

El brillo de las estrellas

La noche estrellada  (1889),  de Vincent van Gogh
«John Farmer estaba sentado a la puerta de su casa una tarde de septiembre, tras una dura jornada de trabajo, repasando en su espíritu, más o menos, la labor cumplida. Después de haberse dado un baño, fue a sentarse en paz para recrear su persona intelectual. Era un atardecer frío, y algunos de sus vecinos expresaron sus temores de una helada inminente. Poco llevaba dejándose conducir por el tren de sus pensamientos cuando oyó que alguien estaba tocando la flauta, sonido que tan bien armonizaba con su talante del momento.

13 sept 2013

En honor a Baco

En honor a Baco (1889)de Lawrence Alma-Tadema
   «Los banquetes y la bebida algo más licenciosa y aun llegando tal vez a la raya de la embriaguez (no de modo que nos anegue, sino que nos divierta), nos aligerarán los cuidados, sacando el ánimo de su encerramiento; porque como el vino cura algunas enfermedades, así también cura la tristeza.

1 sept 2013

Vladimír Holan


«Y siempre acontece lo inesperado. Tan inesperado como la presencia del poeta cada vez que se abre el libro... Su voz desconocida nítidamente se integraba en cada una de aquellas palabras suyas que penetraban en mí de modo imperioso, obligándome a seguirlas hasta el punto de no poder apearme del autobús, de no ver siquiera, detrás de los cristales, la corteza gris de los árboles y sus delgadas ramas porque en la página emergía su realidad insospechada.