Voces anónimas, de Li-Shu Chen |
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
20 oct 2011
Valentín
18 oct 2011
Pide que el camino sea largo
Cuando emprendas tu
viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras,
lleno de experiencias.
No temas a los Lestrigones ni a los Cíclopes,
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
No temas a los Lestrigones ni a los Cíclopes,
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
15 oct 2011
Cuentos orientales
Mata mua (Érase una vez), (1892) de Paul
Gauguin
|
Cuénteme
otra historia, viejo amigo – dijo Philip dejándose caer pesadamente en una
silla –. Necesito un whisky y una historia cuando estoy delante del mar... Que
sea la historia más hermosa y menos verdadera posible».
(YOURCENAR, Marguerite. Cuentos orientales. Barcelona: Suma de letras, 2000, p. 54).
13 oct 2011
Se canta al mar
(...)
Y volviendo los ojos a la blanca,
Libre y eterna espuma que a lo
lejos
Hacia un país sin nombre
navegaba,
Como quien reza una oración me
dijo
Con voz que tengo en el oído
intacta:
“Éste es, muchacho, el mar”. El
mar sereno,
El mar que baña de cristal la
patria.
10 oct 2011
Cartas a un joven poeta
Nocturno (1911), de František Kupka |
8 oct 2011
¿Cuánta tierra necesita un hombre?
«Pajom,
el dueño de la casa, estaba tumbado en lo alto de la estufa y escuchaba lo que decían
las mujeres.
Es
la pura verdad – exclamó. Ocupados desde pequeños en cultivar a nuestra madre
tierra, no tenemos tiempo de pensar siquiera en tonterías. ¡La única pena es
que disponemos de poca tierra! ¡Si tuviera toda la que quisiera, no tendría
miedo a nadie, ni siquiera del diablo!
Las
mujeres acabaron de beber el té, charlaron un rato de vestidos, recogieron la
vajilla y se fueron a la cama.
El
diablo se había sentado detrás de la estufa y lo había escuchado todo. Se había
alegrado de que la mujer del campesino hubiera inducido a su marido a alabarse:
se había jactado de que, si tuviera mucha tierra, no temería ni siquiera al
diablo.
De
acuerdo – pensó el diablo. Haremos una apuesta tú y yo: te daré mucha tierra y
gracias a ella te tendré en mi poder».
(TOLSTÓI, Lev. ¿Cuánta tierra necesita un hombre? Madrid:
NordicaLibros, 2011, p. 13).
6 oct 2011
Sin cultura no hay ciencia
«Sin ciencia, no hay cultura. Una
frase absolutamente fantástica y que debiéramos tenerla muy presente. De hecho,
también podríamos decir lo contrario: Sin cultura, no hay ciencia, porque la
ciencia y la cultura, la cultura y la ciencia son o debieran ser bases
estructurales fundamentales de lo que es la sociedad, de lo que es el
conocimiento y la relación entre las personas».
(PUNSET, Eduardo. Por qué somos como somos. Madrid: Aguilar, 2008, p. 115-116).